La nueva odontología implica una nueva relación relación odontólogo paciente, nueva comunicación con el paciente, nuevos pacientes y nuevos odontólogos.
El conocido Accreditation Council for Graduate Medical Education (ACGME) de Estados Unidos ha especificado que las destrezas interpersonales y de comunicación del médico son competencias clave y están vinculadas con el ejercicio de la inteligencia emocional.
En este artículo hablamos de:
Las pautas para generar una relación odontólogo-paciente cercana y eficaz
Desde Hipócrates la relación médico-paciente y odontólogo-paciente ha variado mucho. Históricamente el modelo imperante era el paternalista según el cual el médico, que es el que sabe, decide con autoridad casi absoluta lo mejor para el paciente. Este modelo rígido priva al paciente de su autonomía y restringe su libertad de elección ante las prescripciones del médico. Esta relación asimétrica tiende a equilibrarse en la segunda mitad del siglo veinte y pasan a tomar vigencia conceptos como autonomía, libertad, respeto, confianza y confidencialidad. Se pasa pues a un modelo más humanista en el que el papel del paciente es clave durante su enfermedad. por ello, enumeramos y explicamos las pautas que debes seguir para para mejorar la relación del odontólogo con los pacientes y que esta se adapte a los nuevos tiempos y sea mucho mas cercana y eficaz con el paciente actual.

Establecimiento inicial del vínculo paciente- doctor
El doctor establece un vínculo con el paciente para crear sintonía y confianza con el mismo. Cuando omitimos el tiempo dedicado a la parte de la anamnesis estamos no solo perdiendo la posibilidad de hacer diagnósticos sencillos que pueden saberse en una fase temprana sino que estamos perdiendo mucho más que eso, estamos perdiendo un rito que es transformador y trascendente y que es el núcleo de la relación médico-paciente. Estamos perdiendo la mercancía valiosísima de los afectos, del establecimiento de un vínculo de confianza.
Este primer contacto, es parte de un ritual y algo importante surge durante el mismo. (Ritual: Costumbre o acto que se repite siempre de forma invariable). La universidad de antropología de Standford coincide con nuestros médicos humanistas como el Dr. Marañon, Dr. Lain Entralgo, Dr. Bueno, Dr. Maglio y con los griegos clásicos Hipócrates, Sócrates, Platón cuando hablan del poder del ritual médico.
Cuando un individuo llega a una clínica dental, se sienta en un sillón, con un foco encima de la cabeza, tiene que abrir la boca y dejar que se le introduzcan objetos en la misma, aspiradores, agujas, espejos…ser observado por personas que no conoce, este ritual previo tiene tremenda importancia. Y si acortamos el ritual de la anamnesis, pues interrumpiendo al paciente, mirando los papeles con la información que nos han pasado de recepción, poniéndonos los guantes o acercando la bandeja con las fresas estaremos dejando pasar la oportunidad de sellar la relación doctor-paciente.
¿Qué significa anamnesis etimológicamente?
El término anamnesis (del griego ἀνάμνησις, ‘recuerdo’) significa reminiscencia y en apunta a traer al presente los recuerdos del pasado, recuperar la información registrada en épocas pretéritas.
¿En qué consiste la anamnesis?
Se trata de la información proporcionada por el propio paciente al dentista durante una entrevista clínica, para analizar su situación clínica e conformar la historia clínica.
¿Cómo se establece este ritual?
Mediante la Empatía que es el empatos de los griegos. Empatos significa desde el otro. Si escucho al paciente desde la posición del paciente propiciaré que el paciente me escuche a mi desde mi rol de doctor. Si no hay empatos no hay relación humana. El eje del empatos son los afectos. Al paciente hay que quererlo. Freud en su primer trabajo Tratamiento en psiquismo lo expresó muy claramente: Los grandes afectos son los que evitan las grandes enfermedades. Avicena conocido como el príncipe de los médicos lo dijo: A igualdad de saber el mejor médico es el más amigo.
- Paralelamente a la enfermedad bucal (lo médico) está el padecimiento que es la experiencia personal y social del paciente (lo simbólico).
- La eficacia pasa por atender tanto a lo biológico como a lo simbólico. Si solo actuamos al nivel biológico somos fontaneros de la boca. Tenemos que hacer las dos odontologías: la del cuerpo y la de la persona. Llevar a cabo solamente la medicina de la boca significa hacer una odontología hemipléjica.
- Cambiar la sonrisa de una persona es lo aparente, lo que se ve. Pero detrás hay mucho más. Hay una historia personal, con sus complejos e inseguridades y muchas veces con sus dramas.
- La sonrisa es el timón que desean mover para que la dirección del barco vire.
- Cuando le decimos al paciente lo que tiene… tenemos que escuchar lo que siente. Por ejemplo, cuando le decimos a un paciente que tiene mala oclusión o los dientes desalineados…el odontólogo debería de esperar que su paciente le diga que siente vergüenza.
- Una persona que viene a mejorar la estética dental, confía en su odontólogo y esa confianza va mas allá de cambiarle la sonrisa. Eso es lo aparente, lo que se ve. Pero detrás hay mucho más. Hay una historia personal, con sus complejos e inseguridades y muchas veces con sus dramas. La sonrisa es el timón que desean mover para que la dirección del barco de su vida vire.
Volviendo al protocolo, cuando conocen al paciente, tanto el doctor como la higienista estrechan la mano afectuosamente al paciente y le saludan con una mirada afectuosa. El doctor le invita a sentarse en la silla que estará completamente erguida. A continuación toma una silla y la coloca a la altura del paciente, de manera que ambas miradas se encuentran a una misma altura. En este momento, el doctor establece rapport con el paciente. Este concepto lo desarrolla de manera magnífica El Dr. Francisco Maglio que en paz descanse).
Dice el doctor argentino que ante la igualdad del conocimiento el mejor médico es el más amigo, ya que está comprobado que la falta de afecto enferma. Las siguientes pautas de comportamiento son apreciadas por los pacientes y fortalecen la relación odontólogo- paciente:
• Dar la mano. La Asociación dental americana subraya que hasta el 80% de los pacientes prefieren el contacto de manos del dentista
• Sonreír. La sonrisa franca es un instrumento infalible para establecer una relación cercana con el paciente.
• Usar del nombre del paciente a menudo.
• Tratar de ser cercano (los pacientes necesitan un contacto humano).
• Escuchar al paciente: Lo primero que debe hacer el odontólogo es escuchar al paciente. Este acto, le permite conocer al paciente-persona y no solo al paciente que padece. El odontólogo que escucha al paciente con atención y afecto genera una relación de confianza y cooperación. El ejercicio de la escucha real, activa, comprometida es muy poco habitual.
Personalización en la relación odontólogo-paciente
Esta personalización se concreta en los siguientes aspectos:
• Utilizar un lenguaje sencillo y al mismo tiempo adaptado al nivel cultural del paciente para explicar el diagnóstico y el tratamiento.
• Ser versátil. El odontólogo, en su desempeño diario, debe procurar ser versátil en su trato con el paciente ya que cada persona es diferente. Así, hay pacientes que precisan de un mayor refuerzo positivo en el progreso del tratamiento mientras otros necesitan una mayor escucha por parte del dentista y otros presentan cuadros diversos de odontofobia que hay que abordar desde el comienzo de la relación médica u otros necesitan un estilo más empático en la explicación del diagnóstico. Ser capaz de entender estas claves y así individualizar la interacción con el paciente supone la posibilidad de obtener mayor éxito en la consecución de los objetivos.
Esta personalización ha sido referida por distintos médicos humanistas:
Dr. Lain Entralgo (1983). Todo juicio sobre la salud debe ser referido al sistema de creencias del grupo al que pertenece el paciente.
Dr. Tornico Linares (2002). Debemos de entender las peculiaridades de cada tipo de población a la hora de ejercer la medicina
Dr. Bueno (2000). El médico ha de demostrar interés personal, conocer las características del paciente y entender sus necesidades.
En Enfoque dental basándonos en la experiencia hemos hecho una diferenciación de los pacientes en odontología en función de su perfil de personalidad.




Asegurarnos que el paciente ha entendido bien el diagnóstico y tratamiento
La comunicación al paciente debe hacerse de manera apropiada, evitando el uso de terminologías demasiado técnicas y poco comprensible. Es especialmente llamativo el estudio de Bodenheimer en el año 2007 que revela que el 50% de los pacientes no comprenden lo que su médico les dijo [Bodenheimer T. A 63-year-old manwithmultiple cardiovascular risk factors and poor adherence to treatment plans. JAMA. 2007; 298: 2048-55].
La palabra doctor proviene de la voz latina docere, que significa “enseñar”. El hecho de que los términos “médico” y “doctor” se usen como sinónimos, nos pone tras la pista de la directa relación entre la medicina (en nuestro caso odontología) y la docencia. En efecto, desde antes de Hipócrates el médico instruía a su paciente y a sus familiares y amigos sobre su enfermedad, sobre su tratamiento y sobre su pronóstico. No son pocos los odontólogos que argumentan la falta de tiempo como una de las razones que les impiden estar suficientemente tiempo con cada paciente explicándoles los tratamientos. Aparentemente extenderse en las explicaciones con los pacientes hace perder tiempo al doctor pero a medio plazo este tiempo retorna con creces porque los pacientes aprecian mucho ese tiempo didáctico para lograr entender su tratamiento y diagnóstico en detalle.
Hoy en día la dimensión pedagógica, como ya hemos comentado antes, se ha de centrar en poner en valor la importancia de tomar conciencia de la importancia de la salud bucal. Para cualquier afección las personas van al médico. Pero acudir al dentista se suele demorar, porque con frecuencia y de manera incorrecta no se ve como salud. La odontología es una rama de la medicina, y las repercusiones que acarrea una salud bucal incorrecta van desde cefaleas crónicas hasta problemas de cervicales o incluso cáncer. Además, está todo lo que tiene que ver con la parte de integración social. La gente con una deficiente estética dental, sin dientes o con halitosis puede sufrir rechazo.
Evitar las palabras no, dolor y prohibiciones absolutas.
Preferiblemente elaborar mensajes de forma positiva. Este concepto está íntimamente ligado a la programación neurolingüística (PNL) sobre la que también hablaremos más adelante. En pocas palabras y a modo de adelanto, la PNL afirma el poder enorme que tiene sobre nuestras emociones, hábitos y manera de afrontar las dificultades el uso de un lenguaje positivo.
Inspección extraoral previa a la intraoral para detectar ciertas patologías
La inspección extraoral, además de poder detectar posibles patologías en las articulaciones, maxilares, ligamentos, labios, senos del aparato masticatorio y mandíbula también nos ayuda a conectar con nuestro paciente debido a un contacto físico previo a la inspección intraoral (que suele ser la que despierta mas ansiedad)
Tener conciencia del significado psicosocial de la boca
Freud afirmó que la boca es el primer asiento de la experiencia del yo y a través de la misma tenemos los primeros síntomas de satisfacción y recompensa; por ello es importante que el odontólogo pida permiso al paciente para llevar a cabo la exploración bucal ya que la boca para muchas personas tiene algo de íntimo y es nuestro primer vínculo con el mundo. Por ello, en ocasiones el paciente siente pudor e invadido en su intimidad al experimentar que un extraño (aunque sea un profesional) le inspeccione la boca, le introduzca los dedos o instrumentos en la misma.
Existe un nivel óptimo de temor admitido en los mensajes
No es positivo repetir demasiadas veces ni exagerar los aspectos negativos derivados de un mal hábito (por ejemplo mantener una higiene bucal deficitaria). Así por ejemplo no sería positivo enunciar una frase como: Una mala higiene te hará perder todos los dientes y muelas en poco tiempo.
La comunicación no verbal es particularmente importante en la intervención odontológica
Por ello, es importante desarrollar la sensibilidad por entender el lenguaje no verbal de los pacientes. Una buena anamnesis supone captar las señales sutiles que complementan la interacción verbal . A menudo, el lenguaje no verbal expresa sentimientos que no están sujetos al análisis directo consciente del emisor (en este caso el paciente). Por ejemplo las muecas de los pacientes, su sonrisa, sus expresiones de miedo, la expresión facial de disgusto, son todos ellos actos comunicativos que pueden ser incluso más importantes que la propia expresión verbal.
Utilizar el humor cuando las condiciones sean propicias
En esta línea, de nuevo la psicología positiva ha llevado a cabo estudios muy interesantes de cómo el humor es fundamental en la sanación de las personas y en el desarrollo de la resiliencia de los pacientes durante su enfermedad.